lunes, 22 de noviembre de 2010

La ley del palo y el mordisco (J.L.)

...Y cuando en las frías y serenas noches levantaba su hocico a las lejanas estrellas, aullando como el lobo, sus antepasados revivían en él, sacudiendo el polvo de la tumba y alzaban también sus ladridos a las estrellas, proyectándose a través de las edades hasta las entrañas de Buck...
...Y todo esto sucedió porque los hombres habían descubierto yacimientos de un metal amarillo en las frías regiones del Ártico, y porque el salario que ganaba Manuel, mozo de labranza aficionado al juego, no era suficiente ni para cubrir sus gastos ni para atender a la numerosa progenie que Dios no le hubiera concedido si se hubiese pasado las noches rezando el rosario en compañía de su mujer...

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